1.3 La Revolución que nos Rodea
Partiendo del principio
de Heráclito de que todo cambia y nada permanece, se puede deducir que la historia
de la humanidad, sus reglas, avances técnicos, científicos y su estructura
social están en constante que el cambio. El punto de partida de la teoría de
los sistemas comienza con las teorías de G. W. Friedrich Hegel, dentro de la
elaboración de su sistema para interpretar la historia de la humanidad y de la
filosofía misma, conocido como dialéctica.
En la dialéctica y sus leyes se declara, que el
cambio es el resultado del conflicto de ideas, instituciones y sociedades, en
el cual se parte de un gran principio armonizador o estado inicial que resulta
de la afirmación y negación de las cosas. La humanidad vive un proceso en
el cual todo crece, cambia y vuelve a desarrollarse. Dicho en otra forma, en
este proceso cada movimiento produce, por una reacción automática, su
movimiento opuesto; y del conflicto resultante entre los opuestos nace la
síntesis final, para más tarde convertirse en una afirmación dando origen a un
nuevo ciclo.
Las culturas y
civilizaciones surgieron a raíz de la necesidad que el hombre presentaba, tanto
en lo cotidiano como en lo intelectual. En la prehistoria el hombre buscaba la
supervivencia, creando armas y utensilios; o trasladándose de sitio en busca de
otros beneficios. En la edad antigua el hombre no sólo depende de las condiciones
climáticas para poder cultivar. En la edad media el hombre comenzó a darle
importancia al razonamiento cuestionando las teorías previamente impuestas. Con
respecto a la edad moderna, se produce el nacimiento del espíritu donde el
hombre busca ser libre. Tiene la idea del progreso, el estudio se torna
atractivo y placentero. Y es dentro de esta época de la historia donde surge la
denominada Ilustración o Siglo de las luces dando origen a una corriente
intelectual de pensamiento que dominó Europa y en especial Francia e Inglaterra
casi todo el siglo XVIII y que abarca desde el Racionalismo y el Empirismo del
siglo XVII hasta la Revolución Industrial del siglo XVIII, la Revolución
Francesa y el Liberalismo. Durante este periodo el pensamiento analítico fue la
base de cualquier fuente de conocimiento para la formulación de leyes
universales basándose en doctrinas del reduccionismo y mecanicismo.
Mientras el
reduccionismo se basa en el concepto de que todas las cosas pueden ser
descompuestas y reducidas a sus elementos fundamentales simples, que
constituyen sus unidades indivisibles. Por otro lado, el mecanicismo se basa en
la relación causa-efecto, y en la cual toda realidad natural tiene una
estructura comparable a la de una máquina, de modo que puede explicarse
basándose en modelos de máquinas. Pero si nos detenemos a estudiar un poco la
historia, la revolución es en tanto la protagonista de un sin número de hechos
trascendentales dentro de la línea del tiempo, ya que los movimientos y cambios
tanto en la estructura social, la ciencia, en las artes y en toda actividad
humana, suelen darse de forma radical. Por lo cual se puede deducir que el
cambio es una parte del sano desarrollo de todos los aspectos donde intervienen
las actividades del ser humano. Y es por eso que la revolución se debe aceptar
como un proceso de mejora, es decir un ciclo interminable que va desde un
estado inicial donde surge un sistema, un estado de transición y un estado
final que es el cambio total a un nuevo sistema, que viene a sustituir en
anterior.
La vida en sociedad
está organizada alrededor de sistemas complejos en los cuales y por los cuales,
el hombre trata de proporcionar alguna apariencia de orden a su universo. La
vida está organizada alrededor de instituciones de todas clases: algunas son
estructuradas por el hombre, otras han evolucionado, según parece sin un diseño
convenido. Algunas instituciones, como la familia, son pequeñas y manejables;
otras, como la política o la industria, son de envergadura nacional y cada día
se vuelven más complejas. Algunas son de propiedad privada y otras pertenecen
al dominio público. En cada clase social, cualquiera que sea nuestro trabajo
tenemos que enfrentarnos a organizaciones y sistemas.
Unos vistazos rápidos a
esos sistemas revelan que comparten una característica: La complejidad. Según
la opinión general, la complejidad es el resultado de la multiplicidad y
embrollo de la interacción del hombre en los sistemas. Visto por separado, el
hombre es ya una entidad compleja. Colocado en el contexto de la sociedad,
el hombre está amenazado por la complejidad de sus propias organizaciones. El
hombre también está amenazado por las jurisdicciones fragmentadas y
gradualmente por las autoridades que han sido estructuradas dentro de los
sistemas durante siglos de negligencia.
En una era en que
disminuyen cada día los recursos naturales y energéticos no renovables, y de
grandes catástrofes ecológicas y naturales que toman proporciones nacionales o
mundiales, ¿Cómo podemos intentar resolver esos problemas en niveles locales o
incluso regionales? ¿Qué hacer cuando esos recursos energéticos y naturales no
son aprovechados adecuadamente? cuando además de ello el medio ambiente es
castigados por la explotación en nombre de esta civilización e industrialización
mundial? Es necesario tomar un enfoque más holístico de los sistemas, en lugar
de proponer pequeñas o asiladas soluciones a todas estas situaciones, que solo
abarcan una parte del problema y de los sistemas.
Los recursos no solo
están disminuyendo, sino que están mal distribuidos, entendiendo por recursos
tanto naturales como económicos y humanos, algunas naciones lo poseen todo y
otras también poseen bastos recursos, pero no poseen recursos económicos
que alivien sus grandes problemas, en algunos países el agua es asunto de vida
o muerte y en otros se usa para el aseo de artículos superfluos y no para la
supervivencia humana. Sin embargo, grandes pensadores y científicos han
planteado que en un futuro próximo las guerras del futuro serán por este vital
líquido: el Agua.
FUENTES DE CONSULTA:
*BERTALANFFY, Ludwing Vun; Teoría General de Sistemas. Editorial Fonüo dé la Culliira Económica. México. 1962
*BERTALANFFY, Ludwing Von; General Systems Theory: Fundaiions Development Aplications. New York. Brasillen 1968
*La Metodología de Sistemas y la Solución de Problemas Sociales. ICESL Publicación N“ 1.1980 LILIENFELD Robert; Teoría de Sistemas. Orígenes y Aplicaciones en Ciencias Sociales. Editorial Trillas. 1984
*BERTOGLIO, Oscar Johansen; Introducción a la Teoría General de Sistemas. Editorial Limusa. Noriega Editores. 1994
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